Barcelona, la ciudad de los balcones verdes.-
En los últimos años, Barcelona había tomado como una de sus características urbanísticas la escasez de espacios verdes, situación que afectaba a la ciudad no sólo visualmente, sino también a nivel medioambiental y social de la población. Este problema fue expuesto y se decidió tomar las riendas del caso para lograr revertir esta tendencia. Grupo Edisur te cuenta cuáles fueron las medidas implementadas en la comunidad española.
Con el objetivo de aunar la urbanización y el cuidado del medio ambiente, el departamento de Medio Ambiente dependiente del área de Hábitat Urbano de Barcelona, diseñó una campaña de renaturalización de los techos y balcones de la ciudad, para que –mediante estas cubiertas vegetales– se produzca de manera natural la captación de agua de lluvia y la absorción de dióxido de carbono.
Esta iniciativa, denominada Pla del Verd i de la Biodiversitat de Barcelona 2020, aprobada el año pasado, posee criterios normativos, técnicos y fiscales que buscan potenciar la concienciación y la colaboración ciudadana. Los vecinos reciben beneficios impositivos si colocan macetas y jardines en las terrazas, patios, balcones y fachadas de los edificios.
Para los edificios en pie y los futuros
Cabe destacar que este plan se pone en marcha con los edificios que ya se encuentran en pie, pero la normativa de instalar espacios verdes en las cubiertas superiores de las construcciones ya posee una reglamentación para los nuevos emprendimientos edilicios.
Los estudios llevados a cabo por el gobierno de Barcelona reflejan que el potencial que tiene este proyecto es enorme, ya que un cuarto de la extensión de Barcelona está edificada, y el 67 por ciento de estos techos son terrazas y planos.
Tal como señalan los impulsores, el proyecto trata de «introducir la naturaleza en todas las grietas posibles de la trama urbana»
Algunos edificios públicos, como la sede de Medio Ambiente del Ayuntamiento, el centro de educación ambiental la Fábrica del Sol y la biblioteca de la Zona Nord, ya poseen sus cubiertas verdes. Entidades privadas como la escuela de negocios Iese y el hotel Omm, también se han adscripto a esta tendencia. Incluso el restaurante Roca Moo –propiedad del hotel Omm– utiliza su huerto elevado para cultivar algunos de los productos que sirven a sus clientes.
Beneficios diversos
Según los especialistas, la implementación de estos proyectos aportan mejoras a la calidad de vida de las personas en diversas áreas: desde la estética hasta la biodiversidad y el ahorro de energía que permite la vegetación al oficiar de elemento aislante. Por supuesto que, a su vez, la calidad del aire se optimiza al ser absrobidos el polvo, las partículas contaminantes y el dióxido de carbono, entre otros.
Fuentes: La Vanguardia, Protectora, Nebo Comunicación, Servicio Informativo de la Construcción.
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